Un sistema técnico es
una serie de componentes interconectados que transforman, transporta o
controlan materiales, energía e información con un fin o propósito
específico.
En
cualquier sistema, la forma como sus componentes trabajan en conjunto
es tan importante como su desempeño y características individuales
(Rouse, 2005). Un sistema técnico siempre está compuesto por entidades físicas y agentes humanos.
De
esta manera, utiliza artefactos y sujetos que manipulan estos
artefactos con el objetivo de dar solución a una problemática puntual.
Es así como las partes que componen a un sistema técnico pueden contener
componentes complejos y de difícil manejo (UDIMA, 2017).
Los
seres humanos dentro de un sistema técnico operan como agentes
responsables de una tarea específica. De esta manera, cada sistema
requiere del conocimiento y uso de un lenguaje particular y
representaciones gráficas, con el fin de que pueda operar eficientemente
según unos parámetros operativos.
Todo
sistema técnico debe resolver problemas relacionados con factores
económicos, políticos y sociales. En caso de que ninguno de estos
problemas sea atendido, es probable que el sistema no sea exitoso y con
el tiempo desaparezca.
Elementos y componentes de los sistemas técnicos
Todos los sistemas técnicos incluyen en mayor o menor medida los siguientes componentes:
– Objetos técnicos.
– Recursos naturales y materias primas.
– Personas (diseñadores, operarios, clientes, entre otros).
– Instituciones y Organizaciones.
– Conocimiento técnico y científico especializado.
– Leyes y regulaciones.
– Normas culturales y sociales.
Dentro
de un sistema técnico las fuerzas sociales juegan un papel fundamental
en la construcción del sistema y no son únicamente parte del entorno que
rodea al mismo.
Por otro lado, al estar compuesto parcialmente por seres humanos, es
posible que se comentan errores, se hagan cambio en su funcionamiento y
haya cierta flexibilidad dentro de su operatividad.
Crecimiento, Evolución y Cambio
Durante
el siglo XIX, el escritor Thomas Hughes identificó el patrón de
crecimiento, evolución y cambio de los sistemas técnicos.
De
esta manera, indicó que un sistema nacía, crecía y desarrollaba un
momento en el que cimentaba su estructura. También, estableció cinco
fases de evolución de los sistemas técnicos, listadas a continuación
(University, 2017).
Fase 1: Invención
Un
sistema técnico puede surgir de manera radical, puede ser desarrollado
de manera premeditada o accidental al derivarse del intento por resolver
otro problema.
Generalmente,
todos los sistemas técnicos buscan el mejoramiento de una situación
dentro de un contexto determinado, a veces esta solución viene al
intentar resolver otro problema.
Existen
múltiples ejemplos de esto en la historia de las invenciones humanas,
donde la búsqueda por resolver un problema particular lleva a la
resolución accidental de otro problema y al surgimiento de un nuevo e
inesperado sistema técnico.
Fase 2: Desarrollo
Un sistema técnico únicamente puede ser desarrollado en la medida en la que tenga un impacto económico, político o social.
Puesto
que la esencia de todo sistema es resolver un problema. Si un sistema
dado no tiene ese objetivo, no podrá ser desarrollado ni evolucionará.
Para
que un sistema técnico crezca es necesario que se invierta en él
capital y tiempo. Existen múltiples instituciones y personas que pueden
ayudar en este proceso, explorando el potencial del sistema y
ajustándolo de tal forma que su desempeño sea mejorado.
Fase 3: Innovación
En
este momento es en el que se considera que el sistema técnico ha
alcanzado finalmente su estatus, ya que se deja de ser una idea o
invento y pasa a tener una estructura definida, con componentes que se
relacionan entre sí y trabajan juntos para alcanzar un objetivo
particular.
El
control sobre todos los elementos relacionados con el sistema, aumenta.
Cada parte del sistema cumple una función determinada.
Fase 4: Transferencia Tecnológica
En
esta fase, se determina que el sistema técnico puede ser replicado en
otros contextos. De esta forma, pasa de ser una unidad a una red.
En
este punto se requiere de la estandarización de todos los procesos
relacionados con el sistema. La ley y las regulaciones juegan un papel
fundamental en el proceso de transferencia tecnológica.
Fase 5: Crecimiento y Estabilización
Cuando un sistema técnico crece su capacidad, debe lidiar con la competencia y buscar estabilidad.
Fenómenos
como la economía de escala, el poder, la diversificación, la
estabilidad económica y la identificación de factores que hagan de
sistema menos eficiente, comienzan a ser analizados y tenidos en cuenta.
Características
A
continuación, se describen los múltiples factores necesario para que un
sistema técnico pueda existir. (Productos Valle Medio, 2011)
Materia Prima
Todo
sistema técnico requiere del consumo de materias primas para llevar a
cabo sus funciones. De esta manera, el sistema toma estas materias y las
transforma, tomando energía de ellas.
Agentes
Los
agentes más comúnmente utilizados dentro de los sistemas técnicos, son
los seres humanos. Cada ser humano involucrado en la operatividad del
sistema cuenta con unos conocimiento y estructura específica.
Las características de los agentes les permiten desempeñarse como operadores, controladores, gestores e incluso clientes.
Estructura
La
estructura de cada sistema técnico es diferente, y depende de sus
objetivos. Estos objetivos definen la manera cómo opera el sistema y se
relaciona con sus agentes y componentes.
Objetivos
Un
sistema técnico no puede existir si no tiene unos objetivos bien
definidos, ya que la operación del sistema dependerá completamente de la
meta que quiera lograr.
Los objetivos deben ser cuantificables y verificables, pues únicamente
así el rendimiento del sistema podrá ser medido. En caso de que no se
cumplan los objetivos, se deben realizar cambios en el sistema.
Resultados
Todo sistema técnico debe arrojar unos resultados que, en términos generales, deben coincidir con sus objetivos.
Por
esta razón, es vital establecer los objetivos del sistema, puesto que
ellos validarán la calidad de los resultados (Armendáriz, 2012).
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